
“Las lluvias llegaron muy tarde este año y apenas había pasto. Hemos tenido que llevar nuestras reses a otros lugares donde pensábamos que la hierba era mejor”, afirma Stanyaki. “Pero, allí no había suficiente pasto para todos y estoy preocupado porque a lo mejor tendré que vender mis reses a un bajo precio o que algunas mueran. Si eso pasa, no sé qué haré con mi boda”, agrega.
Para personas como Sam Stanyaki, que viven en el mundo en desarrollo, el cambio climático no es una situación abstracta, sino una realidad inmediata. Están en juego su ganado, sus cosechas, su acceso a las fuentes de alimentación y al combustible y la salud y la prosperidad futura de sus familias. Incluso, para muchos, se trata de una cuestión de supervivencia.
De hecho, el cambio climático está inexorablemente ligado con el desarrollo y el progreso humano, como afirma el Informe sobre el desarrollo mundial 2010 (IDM 2010), el último de esta serie de reportes que publica el Banco Mundial. Este subraya el enorme riesgo, aunque también las oportunidades, que presenta el rápido calentamiento del planeta.
“Los países en desarrollo que históricamente han contribuido muy poco al calentamiento global, son ahora, irónicamente, los que enfrentan la posibilidad de sufrir una destrucción potencial del 75 al 80% debido a este fenómeno”, afirma Justin Lin, primer economista del Banco Mundial.
Tomado del Banco Mundial