
En una mesa redonda de alto nivel sobre nutrición realizada en la ciudad de Washington —organizada conjuntamente por Canadá, Japón, Estados Unidos por medio de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Banco Mundial— ministros y otros altos representantes escucharon cómo una mejor nutrición (denominada el “ODM olvidado” por el abandono histórico al que es relegada por los donantes de ayuda) no sólo reduciría de manera abrupta el hambre y la desnutrición, sino que aumentaría significativamente la salud de madres y niños en todo el planeta. Estas afirmaciones se sustentan en investigaciones que demuestran que las madres desnutridas no dan a luz bebés saludables y que los niños que sufren este problema tienen más probabilidades de morir. Por consiguiente, es crucial centrar las intervenciones de nutrición en esta ventana especial de oportunidades, desde antes del embarazo hasta los 2 años de edad, para lograr muchos de los ODM y en especial los ODM 4 y 5. A pesar del elevado rendimiento potencial de las inversiones en nutrición, las últimas cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) demuestran que la asistencia para el desarrollo destinada a la nutrición procedente de otros países fue escasa, con aportes de menos de US$300 millones anuales. Leer Más