¿Es que no podemos llevarnos todos bien? Los bancos y las entidades financieras vuelven a ser el centro de atención de los políticos, en esta ocasión a consecuencia del control de los estándares internacionales de contabilidad.
La semana pasada, la Comisión Europea decidió retrasar al menos hasta el próximo año la introducción de normas contables de emergencia diseñadas para simplificar el registro de los instrumentos financieros. La división gira en torno a quién fijará las reglas, pero llegada la temporada de beneficios, serán los inquietos inversores los que salgan perdiendo.
En abril, el G-20 pidió al Consejo Internacional de Estándares de Contabilidad (IASB) –que dicta los criterios para la mayoría de las grandes naciones, excepto EEUU– que diseñase nuevas normas. El objetivo: evitar que se repitan las grandes fluctuaciones del año pasado en los beneficios de los bancos. Y el IASB les dio exactamente lo que querían. Leer Más.
La semana pasada, la Comisión Europea decidió retrasar al menos hasta el próximo año la introducción de normas contables de emergencia diseñadas para simplificar el registro de los instrumentos financieros. La división gira en torno a quién fijará las reglas, pero llegada la temporada de beneficios, serán los inquietos inversores los que salgan perdiendo.
En abril, el G-20 pidió al Consejo Internacional de Estándares de Contabilidad (IASB) –que dicta los criterios para la mayoría de las grandes naciones, excepto EEUU– que diseñase nuevas normas. El objetivo: evitar que se repitan las grandes fluctuaciones del año pasado en los beneficios de los bancos. Y el IASB les dio exactamente lo que querían. Leer Más.