Conforme el avance de los tiempos, se puede
observar que con mucha determinación los
países menos desarrollados, presentan una tendencia estatal cada vez más creciente orientada a crear las políticas
económicas que sean necesarias para hacer posible una expansión de los recursos
con que cuenta (Sector Agrícola, Sector Industrial, Sector Financiero, etc.),
de manera que con la incorporación de factores tecnológicos y de innovación al
“aparato productivo”, se pueda lograr un adecuado y constante desarrollo.
Esta
tendencia caracterizada principalmente por la obtención de una “productividad con calidad y precios
competitivos” persigue como objetivo fundamental, la adecuación de procesos
metodológicos que habrán de ser requeridos por los países industrializados más
avanzados, con miras de insertarnos en un “modelo de mercado” que se está
tornando cada día más de aceptación internacional, que normalmente se conoce
con el nombre de “Integración”.
El
fenómeno de la “Integración Multinacional”, responde regularmente a fuerzas
dinámicas de retroalimentación entre los mismos países que la conforman y que
procura en sentido general, facilitar el
otorgamiento de valores y normativas favorables que den al traste con el
mejoramiento y desarrollo de los países “más necesitados”, de modo que los
artículos que éstos producen, logren penetrar a otros mercados internacionales
en igualdad de condiciones, sin que sean objeto de penalidades o gravaciones
impositivas, para que puedan también tener aceptación normal por parte de los
consumidores finales.
Así,
dependiendo del grado de facilidades que el Gobierno de cada país pudiere
conceder por medio de “leyes especiales de protección al fomento y
ensanchamiento de dichas actividades productivas”, habrá rubros de artículos
que tendrán un desarrollo más cuantificable que otros, a niveles tales, que
abastecerán las necesidades de consumo nacional y quedarán, en consecuencia,
cantidades restantes que en el argot económico reciben el nombre de
“excedentes”.
Estos
excedentes productivos, que requieren para su elaboración una serie de
elementos indispensables para la obtención final o terminación de los mismos
(mano de obra, insumos, etc.), no pueden bajo ningún concepto deshacerse de
ellos tirándolos o abandonándolos en razón de que ello iría en detrimento de la
empresa o actividad misma.
De
ahí que surja entonces la necesidad ineludible de buscar nuevos mercados de
consumo a tales excedentes fuera de las fronteras nacionales, para dar con ello
origen al intercambio de transacciones comerciales a través de las
exportaciones, lo que se inicia en consecuencia la operación interactiva
conocida mundialmente con el nombre de “Comercio Internacional”.
Como
hemos indicado anteriormente, el desarrollo de esta actividad ha ido tomando
cada día, un gran auge en el intercambio transaccional de los países debido al
avance tecnológico de los tiempos. Esta situación ha motivado la demanda de
mecanismos capaces de clasificar y agrupar dichos productos objeto de comercialización,
en lugares de importancia para la actividad económica de dichos países como es
el caso de aquellas mercancías que han de circular dentro de esos territorios a
través de sus líneas fronterizas.
Por
tales motivos, los primeros “sistemas de clasificación de mercancías” que
resultaron de naturaleza muy simple, dieron lugar en la medida que aumentaron
las tasas diferenciales de derechos e impuestos, a que se incrementaran las
correspondientes listas alfabéticas de mercancías, de donde se desarrollaron
por consiguiente las “Tarifas Aduanales” que fueron basadas en criterios como
la naturaleza del producto, lo que permitió identificar los artículos para su
respectiva gravación, atendiendo a
esos sistemas de clasificación de conformidad con los consensos que irían
lográndose en las diferentes reuniones de los países actuantes, para dar origen
a los diversos “acuerdos y convenios
internacionales”.
Por: M.A. Luís Antonio Clander
Catedrático Universitario
Autor del libro: Las Aduanas Dominicanas y El Comercio Exterior
Tels: (809)-543-7370, (809)-682-0652
Autor del libro: Las Aduanas Dominicanas y El Comercio Exterior
Tels: (809)-543-7370, (809)-682-0652